Diario de un aprendiz de panadero: compañeros

Este mes que estoy pasando en la noche londinense parece en realidad una ensoñación; es algo extraño. Cojo la bici cuando aún es de día, y llego a mi pequeño rincón…¡de Polonia! Y es que trabajo con un equipo exclusivamente polaco la mayoría de los días; y qué suerte tengo. Con voluntad, imaginación y una sonrisa hemos superado los problemas de idioma, y pasamos las horas con la camaradería especial que da la noche. Estos son mis compañeros.

Andy es con quien más tiempo paso, siempre tiene una sonrisa en los labios y es muy paciente con mis preguntas. Aprendemos el uno del otro. En el pasado era carpintero, y se nota porque es un hombre muy hábil con las manos y no hay masa que se le resista. Aquí debajo, cortando una masa de stirato.

DAPAndy

El padre del equipo es Henrik, un hombre bonachón, que siempre está de aquí para allá limpiando y recogiendo todo. Apenas se expresa en inglés, pero te mira a los ojos y te habla en polaco sin parar durante 2 minutos seguidos, con esa convicción que tiene la gente sencilla de que el idioma es un atributo universal y, sorprendentemente, de que le estás entendiendo.

DAPHenrik

De vez en cuando nos cocina algo (no me ha quedado claro si fue cocinero o carnicero). Un dia nos hizo nalesniki, unas tortitas típicas polacas con smetana. Al intentar explicarle que en España no se consume la creama agria, me miró con asombro, se detuvo y, poniendose los dedos índice en las sienes imitando a un toro, me dijo asustado en polaco: «Pero, ¿no tenéis vacas?». Lo entendí perfectamente. Yo me eché a reír e intenté explicarle que sí que hay vacas, y muchas, pero que lo agrio en España no es un sabor que triunfe. Me encanta cuando se pone a afilar las tijeras usando el cuello de una botella de agua de rosas.

DAPHenrik2

Luego está Grzegorz; bueno a Grzegorz no le gustan mucho las fotos, así que lo único que he conseguido es que posara para mí el otro día exprimiendo un limón. Es el más jóven del equipo, al que siempre recurro para aclaraciones idiomáticas, creo que le despierto mucha curiosidad, llegando de España a trabajar en verano en Londres, con mi bicicleta. Lo más normal es que al enseñarle un pan que acabas de hacer te mire con sorna y te diga: «That’s rubbish».

DAPGregor

Y por último está Robert, el más polivalente. Lo mismo hace pan que dulces, sandwiches, o lo que le pongan. Es un hombre risueño (a pesar de lo que aparece en la foto). Viene de la zona noreste de Polonia, casi ya en Bielorusia. Siempre que le preguntas por su casa, te cuenta con orgullo que es el hogar del bisonte europeo, el mamífero terrestre salvaje más grande de Europa. Un día me contó su historia. Él debía de ser futbolista, y bastante bueno, creo que llegó a jugar en segunda división, pero fue ya hace mucho tiempo. Un día, hablando del pasado, me dijo: «Me vine a Londres con 50 libras y tres paquetes de tabaco». Es un hombre fuerte.

DAPRobert

Estos son mis compañeros, con quienes comparto mis noches: la presión del trabajo y la alegría de trabajar. Por lo que he visto hasta ahora son gente acostumbrada al trabajo duro; aunque puedan quejarse del dinero, del transporte en Londres, etc., no he visto que tengan la picaresca de rehuír el trabajo, de esconderse, muy al contrario.

No es extraño que en alguna pausa, sonando alguna canción como esta, cojan el móvil y me enseñen con nostalgia fotos de sus bellas y rubias mujeres y de sus hijos, allá en Polonia.

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